Todo lo que necesitas saber para hacer hormigón (correctamente)

El hormigón es un material muy común en todo tipo de construcciones, ya que ofrece una gran resistencia a la compresión. Mucha gente lo confunde con el cemento, que en realidad es uno de los componentes que forman el hormigón.

El cemento es un aglomerante que se fabrica con caliza, arcilla, hierro y otros minerales y cuando se mezcla con agua forma una pasta maleable con la característica de fraguar. El hormigón es una mezcla de aglomerante, agregados y agua. Los aglomerantes más utilizados para hacerlo son el cemento y el mortero. Y los agregados que se le añaden son grava y arena.

La proporción de los componentes variará en función del uso que se le vaya a dar al hormigón. La proporción que suele utilizarse habitualmente es: por cada parte de cemento, 0,5 partes de agua, 2 partes de arena y 4 partes de grava.

Las proporciones influyen en la resistencia, la durabilidad y la manejabilidad de la mezcla. La cantidad de agregados es importante y suele representar más del 60% del volumen del hormigón, llegando hasta el 80% en algunos casos. A mayor cantidad de agregados, mayor consistencia y resistencia adquirirá el hormigón.

¿Cómo se hace el hormigón?

Lo primero que hay que hacer es verter el cemento, la arena y la grava e ir removiendo, continuamente hasta conseguir que se mezclen perfectamente todos los elementos y vayan adquiriendo el mismo color. Después solamente hay que añadir el agua a la mezcla y seguir removiendo hasta que vaya adquiriendo una mayor consistencia.

Se recomienda no añadir toda el agua de golpe, sino incorporarla poco a poco. Cuanto mayor cantidad de agua se agregue, más fluido será el hormigón y más manejable. Pero ¡ojo! Si se añade demasiada agua a la mezcla, los componentes más pesados de la mezcla, como la grava, se hundirán y los más ligeros flotarán, produciéndose una separación en la mezcla

Hay que tener en cuenta para que se va a utilizar y darle la consistencia adecuada para ello. No es lo mismo usarlo para tapar un agujero, que usarlo para levantar un muro de ladrillos. Para tapar el agujero se utilizaría menos agua y para poder colocar los ladrillos tendría que ser una mezcla más blanda.

El amasado, puede hacerse de forma manual, lo que da más trabajo y requiere un mayor desgaste físico, o puede hacerse empleando una hormigonera, que es como se elabora de forma profesional, más sencilla y rápidamente. Los componentes se van colocando dentro de la máquina y en menos de cinco minutos se obtiene una mezcla rápida y homogénea, lista para usar.

En nuestro servicio de alquiler de maquinaria profesional dispone de todo tipo de herramientas y  maquinaria para el tratamiento de hormigón, donde puedes encontrar la hormigonera que más se adapte a tus necesidades.

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