Trabajos en altura y máquinas elevadoras: evolución en busca de la máxima seguridad

A lo largo de la historia, las máquinas elevadoras y herramientas para la elevación de personas y cargas han sido muy importantes para el desarrollo de la sociedad, la construcción y la industria. Gracias a ellas, se han podido realizar grandes construcciones y mantener y mejorar infraestructuras entre otras muchas actividades.

Actualmente, los trabajos en altura se realizan con unas medidas de seguridad muy eficaces y toda la maquinaria pasa exigentes controles de seguridad. Además, los trabajadores reciben formación específica para realizar esos trabajos y para poder manejar esas máquinas con total seguridad.

Pero los trabajos en altura antaño no resultaban tan seguros como lo son hoy en día. ¿Estás interesado en saber un poco más sobre la historia de las máquinas elevadoras y del trabajo en altura? Te contamos un poco más sobre este interesante tema:

Grúas en la Antigüedad

Los primeros vestigios del uso de máquinas elevadoras datan de la Antigua Grecia alrededor del siglo VI a.C. Eran grúas de madera y estaban accionadas por hombres o animales. Eran usadas sobre todo para las construcciones de gran altura. Los romanos adoptaron el modelo de grúa griega y lo desarrollaron.

En la Alta Edad Media las grúas se utilizaban tanto para la construcción de edificios como en los puertos y astilleros para la estiba y la construcción de los barcos. Algunas se construían ancladas a torres de piedra para darles una mayor estabilidad.

Las fuentes de los archivos de la época sugieren que las máquinas fueron introducidas como acoplamientos o carretillas, de manera que no substituyeron totalmente a los métodos más tradicionales como escalas, artesas y parihuelas, sino que esos métodos coexistían junto a la nueva maquinaria.

En la Edad Moderna para la construcción de columnas y muros de las grandes catedrales, se empleaban medios auxiliares como andamios de madera y escaleras, para poder realizar los trabajos en altura, además de utilizarse grúas y cabrestantes, para la elevación del material.

La maquinaria en la revolución industrial

Con la llegada de la revolución industrial se empezaron a fabricar con hierro fundido y acero y progreso tecnológico empezó a situarse en primera línea. A partir del siglo XIX, fueron desarrolladas las primeras grúas de hierro y en el año 1851, se produce una nueva concepción para la elevación de cargas, con la grúa de vapor, en sustitución de la treadwheels.

Pronto surgieron los sistemas de transporte automotrices, al montarse sobre carros de desplazamientos de cadenas o neumáticos. Estos equipos de elevación eran mucho más eficientes, con más facilidad de maniobra y mayor capacidad de carga.

Los comienzos de la maquinaria elevadora se establecen en el año 1851, cuando Waterman inventó el primer montacargas. Un sistema que posteriormente Elisha Graves Otis perfeccionaría. Estos sistemas rudimentarios dieron paso a otro tipo de plataformas móviles y fue en el año 1913 empezaron a aparecer los primeros carros capaces de moverse gracias a motores eléctricos alimentados por baterías.

Tras ello, en 1915 surgieron otras máquinas elevadoras como las carretillas que podían desplazar la carga tanto en horizontal como en vertical. Durante la Primera Guerra Mundial se diseñó una plataforma que podía subir y bajar mercancías gracias a un mecanismo de elevación de potencia.

Fue a partir de los años 20, cuando se comenzó a utilizar a energía hidráulica para elevar las cargas. Dando lugar en 1923 a la primera carretilla elevadora provista de horquillas y un mástil elevador, muy similar a las de hoy en día.

También durante estos años y en el mundo industrial, se empezaron a utilizar las conocidas como plataformas portapersonas, que iban montadas sobre vehículos sin tener en cuenta ningún tipo de prevención de riesgos.

Llegan los motores de combustión

Durante la II Guerra Mundial, los equipos de la elevación de cargas o y máquinas elevadoras sufrieron un importante progreso. Las grúas pasaron a tener motores de combustión interna y comenzaron a disponer de sistemas hidráulicos que proporcionarían mayor capacidad de carga.

En 1966, la empresa Selma Manlift fabricó el primer modelo de plataforma elevadora. Y en 1970 surgió el primer modelo de andamio moderno. Desde entonces la maquinaria de elevación no ha dejado de evolucionar y mejorar hasta disponer de una amplia gama de modelos diseñados para realizar todo tipo de trabajos en altura con total seguridad y las máximas garantías de prevención de riesgos.

Plataformas articuladas, plataformas telescópicas, plataformas sobre camión, plataformas sobre oruga, tijeras, mástiles verticales y andamios compactos, ligeros y versátiles para espacios pequeños o con dificultad de entrada de maquinaria de elevación.

La evolución de la tecnología ha permitido poder contar con una extensa y variada oferta de maquinaria como la que disponemos en nuestro servicio de alquiler en Loxam Hune. Apta para realizar cualquier trabajo en diferentes alturas, con gran maniobrabilidad, elevación y capacidad de carga. Y sobre todo con todas las garantías de seguridad y todas las medidas de prevención de riesgos necesarias.

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